Zumban las balas en la tarde
última.
Hay viento y hay cenizas en el
viento,
se dispersan el día y la batalla
deforme, y la victoria es de los
otros.
Jorge Luis Borges
Resuenan las balas en mi oído.
Son tu voz como látigo
que hiere.
Como golpe sobre el lecho
devastado.
La victoria es de los otros que
te llevan
de mis manos.
De los otros que cantan
la osadía.
Del viento que acuna
los adioses.
¿Dónde estarás ahora
mi serpiente alada?
¿Dónde si todo lo has quemado
con tu huida?
Entre cenizas al rescoldo
te veo, amado.
Entre cenizas con ellos,
con los otros.
ANY CARMONA
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